Te lo decía hace pocos días por mensaje y lo mantengo, este pedido ha sido muy especial para mí, lo considero de esos que consiguen que tenga sentido tanto esfuerzo. Y cómo todos los buenos proyectos tiene su parte de reto, para tí era importante tener el OM, con la mandala, y con una palabra.. y que quedase bien.

No pude evitar ponerme manos a la obra inmediatamente, aunque ya sabes que por el camino se me estropeó el aerógrafo y me tocó romper el cerdito 🙂

El primer paso para crear tu pieza fue cortar el vidrio en círculos, ya que a mi me viene en plancha, y limpiarlo muy muy bien para que se adhiera la pintura.

 

Una vez que la pintura está seca toca hacer el dibujo. Lo hago siempre a mano alzada, sin plantilla y sin patrones, así que si me equivoco toca volver a empezar. ¿Qué fue lo más difícil? Pues no me lo esperaba, pero el OM, no lo había dibujado nunca y lo intenté varias veces hasta que quedó cómo yo quería.

Una vez acabada pasa por el horno. Es un horno especial para vidrio que alcanza hasta 1200 ºC. Aquí puedes ver a tu pieza antes de cocer y ya con el fondo negro puesto, compartiendo horno con otras piezas que acabé esa semana.

Y en esta ya el resultado final. Espero que te guste y que la disfrutes mucho. Por mi parte no puedo más que darte las gracias por dejarme llevar a cabo este proyecto tan especial. Para una marca tan pequeña como la mía es un auténtico honor.

Muchos besos, me ha encantado conocerte!